Gran noticia la que nos llega a través de las redes sociales estos días y es que parece ser que Antequera sigue apostando por mantener su estilo, su seña de idéntidad y sobretodo enriquece su patrimonio.
El personalísimo trono procesional del Señor de la Salud y de las Aguas, obra neogótica estrenada en 1896 realizada por Pedro Lara en cuanto a talla y por Martín Ansón en cuanto a platería, recuperará el resplandor que hoy día no se ha podido conservar.
Por testimonios gráficos de primeros años del siglo XX, se puede constatar que el conjunto del trono incorporaba un resplandor en metal que completaba su conjunto, consistente en una ráfaga de nubes rematada con agrupaciones de rayos como haces de luz entorno a la Imagen del Señor dando a este conjunto un fuerte y original carácter de indudable personalidad y que dejó una fuerte impronta. Su uso se mantuvo hasta mediados del siglo pasado, en que por a su mal estado de conservación y la poca calidad del material, lamentablemente, se tuvo que prescindir del mismo.
Para su recuperación se solicitaron para ello 4 proyectos a diferentes talleres, siendo elegido el presentado por el taller de orfebrería antequerano Pepe Cantos –Platero-. La pieza en cuestión es de gran envergadura y en metal plateado. La técnica empleada será la de repujado y cincelado en el cuerpo central de las nubes siguiendo la estética antequerana de antaño para dotarla de una impronta de antigüedad y no causar impacto visual incómodo.
2017
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